domingo, 15 de febrero de 2015

Hallazgos literarios 1

Pasando por una librería (de las que venden carpetas y témperas) en Villa Urquiza, descubrí que en un rincón se escondían ocho humildes estantes con algunos libros. La mayoría eran los ubicuos best-sellers de la temporada, pero en un rincón de ese rincón vi un cartelito mágico: "oferta". Esa palabrita, que en general significa que los productos no son de muy buena calidad, funciona distinto con los libros; por eso captó mi atención enseguida. Pues bien, en ese recoveco di con "Zoología lírica", de Juan Burghi. El título y la portada fueron suficientes para que me interesara:



El libro consiste en pequeños "artículos" acerca de distintas especies que pueblan la vida cotidiana del autor. De entrada me gustó la idea de describir especies animales usando un lenguaje más artístico que científico, pero una vez que lo empecé a leer me decepcionó un poco. No tanto por lo que está escrito, sino por todo lo que se le podría agregar. Creo que lo que pasó fue que yo esperaba que hablara de las especies, y en lugar de eso habla más bien de observaciones acerca de animales particulares. Al menos a mí, que me maravillan las aves (y hay muchas en el libro), me dan ganas de escribir mis propios artículos. Tal vez sea la envidia que hace que me pregunté por qué no se me ocurrió a mí primero, pero de cualquier manera, pensé en ofrecer este pequeño aporte al apartado "Golondrinas":

"Las golondrinas me fascinan. ¡Cuánta libertad de ir a donde quieran! ¡Cuánta gracia y precisión en sus movimientos! Son dueñas del aire; tan ágiles que parecen el mismísimo viento encarnado.
Se mueven sin moverse, planeando constantemente, bailando en las alturas. Viven en el aire, dando vueltas, comiendo y bebiendo sin tocar el suelo más que para descansar. Van de levita azul paseándose como si fueran príncipes y princesas del cielo. Con un canto corto y alegre se mofan de nosotros, los pesados y torpes terrestres. Y cuando se avecina una tormenta, sus figuras se recortan contra las nubes grises, mostrándose solamente al que sabe y puede observar bien; tan lejos están de este profano suelo".


En conclusión, el libro me gustó más como hallazgo, como objeto interesante y raro que como lectura apasionante. De cualquier manera, sin duda vale la pena hojearlo.

Algo parecido me pasó primero con "Eutrapelias", de Jacobo Bentata, un librito del que hablaré la próxima.

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